Una de las habilidades que aprendí en mi proceso de recuperacion es discernir los comportamientos aceptables y fijar límites ante las personas. Establecer límites me ayuda a ocuparme de mi mismo al relacionarme con los demás y a impedir que me convierta en víctima. Las respuestas que obtengo al fijar límites me ayudan a evaluar la calidad de mis relaciones.

A veces siento temor cuando establezco limites, temo que la otra persona se enoje y ponga fin a la relación. Algunas personas me platican que durante su crianza, tuvieron diversa formas de abandono, sentimiento qué no les gustaría experimentar de nuevo. A veces el temor les impide fijar los límites, otras veces lo deciden de manera inflexible esperando nunca más tener que hacer frente a un problema de nuevo. Alguien me dijo una vez, Margarita a la palabra preocúpate quítale el «pre» y «ocúpate», de tu vida, tus actitudes, tus acciones, ocúpate de vivir cada día intensamente como si fuera el ultimo, ocúpate de no juzgar, ni criticar, me quedo muy claro, que necesito ocuparme de mi y no de los demás.

Hace tiempo compartí en una reunión, como los grandes proyectos de mi vida cambiaban. Antes mis proyectos se referían a toda mi vida, en especial al futuro, me preocupaba por lo que iba a pasar en 1 año, en 5, hoy trato de vivir un día a la vez, es lo único que tengo, este momento, este instante, disfrutando en todas las áreas de mi vida, física, mental, emocional, espiritual y social, tu vida es un eterno aprendizaje, siempre habrá algo que necesites aprender, abre tu corazón y tu mente para que fluya como agua cristalina que cae de la montaña, siente el viento que roza tu piel y te dice que estas vivo.

Hoy trato de vivir con más calma, tomo conciencia de mi respiración y de cómo podría retenerla en vez de permitirle fluir de las profundidades de mi cuerpo. Si me lo propongo se relajan los músculos, mi mente y mi corazón se abren con confianza a las posibilidades que mi poder superior tiene reservado para mí. Por fin descanso de mis preocupaciones, en el único lugar que mi espíritu conocerá, EL PRESENTE.