En el pasado me concentraba en todos los demás, hijos, amigos, hermanos, padres, pareja, compañeros de trabajo, menos en mí, siempre controlando, queriendo que se hiciera lo que yo decía y como yo quería, uno mismo se conduce a la locura y se desgasta emocionalmente, tratando de controlar aquello sobre lo que no tenía poder.
A veces el único modo de determinar si estoy tratando de controlar a alguien o si simplemente estoy expresando mis sentimientos es darme cuenta, cuantas veces repito lo mismo, una persona controladora es muy repetitiva. Estar pendiente de las palabras y acciones de los demás, nos quita la paz, hasta en el trafico controlaba, es muy desgastante y cansado querer cambiar a los demás, a través del control, la carrera que estudies, el novio que escojan, decisiones, amistades, hasta la ropa que debían ponerse, tratar de imponer mi voluntad, constituye la mejor forma de distanciarnos de nuestros seres queridos, tuve que admitir que no tengo autoridad alguna sobre otro ser humano.
A veces, ser más humano ha sido difícil e intimidante, pero ser más autentico me permite relaciones verdaderas, comunicaciones reales y una felicidad concreta, no tengo que sentirme responsable de las decisiones de otras personas, ellas tienen un poder superior que les ayuda a tomar decisiones asertivas.
Tratar de controlar a otra persona solo me crea problemas, en cambio, admitiré tales faltas y pondré mi energía de nuevo donde corresponde, concentrándome en mí misma, a la única persona en el planeta tierra que puedo controlar es a mí misma, mis gestos, tono de voz, sarcasmo, mi carácter, mi alimentación, mis decisiones, como dice una parte de la oración de la serenidad, Dios concédeme serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar… ayúdame poder superior a aceptar a las personas como ellas son, con amor y comprensión.
He descubierto que puedo entregar el control y mi voluntad infinitamente, pero la entrega no tiene sentido a menos que le dé seguimiento a través de actos basados en la Fe, cuando me olvido de la Fe, me vuelve la preocupación una y otra vez, cada vez que confío en Dios y le entrego el control, la preocupación, perfeccionismo, la angustia y me rindo ante El, mi poder superior, realmente me ayuda.
Conocerme a mí misma, reconocer cuando me equivoco y reparar daños causados, tener una opinión, sin insistir en que otros la compartan, admitir que mis necesidades, son mi responsabilidad, amar a las personas sin tener que controlarlas, me brinda libertad y paz de espíritu. Para lograr esa paz interior que todos anhelamos, nunca olvides cada día despertar con gratitud, gracias por un día más de vida, por el techo que me cobija, por la salud que es el tesoro más valioso, por los días de sol que me recuerdan que estoy viva, por las noches llenas de estrellas, por la grandeza del mar, por el canto de los pájaros que serenan mi alma, por la familia que incondicionalmente te ama, por las flores que adornan el mundo que te rodea, gracias por las bendiciones que día con día Dios me regala.
0 Sin Likes«Un amanecer, no es simplemente un día más, sino una nueva ilusión y un motivo para dar gracias a Dios por la vida».
Cuanto daño nos hace el control, es en verdad un mal q consume toda nuestra razón, que nos hace infelices y hacemos a los demas infelices, nos roba el ser y el dejar ser y yo como contralodora q me reconozco es muy dificil corregir este comportamiento por uno mismo, necesitamos ayuda, necesitamos trabajar en esa parte enferma de nuestro comportamiento, doy gracias a la luz del programa que me permitio conocer una nueva forma de actuar, de tratarme y de tratar a los demas, no es algo q haya erradicado pero hoy soy mas conciente de mis actitudes controladoras y hoy se que es un trabajo de dia con dia, de solo por hoy quiero aprender a vivir mejor y permitir vivir mejor a los demas, gracias hermosa por tu sabiduria q ilumina nuestras vidas 😘
Gracias a ti campanita por compartir y ayudar a tanta gente que te lee, porque creciste mucho en tu recuperación emocional y espiritual te quiero mucho