Compasión es ponerme en los zapatos de la otra persona y honestamente preguntarme ¿como estaría yo en su lugar? Las discusiones no sirven para combatir una enfermedad, la compasión y la comprensión de mi parte pueden tener el poder de curar, porque me enseñaron a no castigar.
«Oro para poder recordar, cada día, cada hora y especialmente en tiempos de crisis que mi comportamiento hostil solo atizara el fuego que podría destruirnos a ambos»
Soy tan vulnerable y tan egoísta algunas veces, que cuando estamos desvalidos por carencias de la vida (amor, atención, afecto, comprensión) a veces permitimos que otras personas nos engañen, nos levantes falsos, porque se acercan a nosotros con piel de oveja, nos devastamos ante la traición, en esta situación hay que levantar nuestra mirada a Dios, pidiendo su compasión, Él nos levanta con tanta fuerza, que nos da la grandeza de perdonar y ser compasivos con aquellos que nos lastimaron.
Eres un maestro de tu propia personalidad y de tus propias carencias, dominas cada acción, reacción, pensamiento, tenemos el mismo poder y creatividad que cualquier otro ser humano. Nuestro cuerpo emocional, está lleno de heridas por ejemplo la enfermedad del miedo se manifiesta a través del enfado, desanimo, odio, de la tristeza, de la envidia, hipocresía y el resultado de esta enfermedad son todas las emociones que provocan el sufrimiento del ser humano.
Es posible conseguir equilibrio y dominio propio y esa actitud positiva produce un indudable efecto sobre las personas de nuestro entorno, que algunas son criticonas, burlonas, sarcásticas, he aprendido que la serenidad y la compasión nos ahorran el desgaste producido por nuestras emociones y mantienen nuestra dignidad.
Le pido a mi poder superior me ayude a apartar mis pensamientos del tormento producido por un instante de dificultad y a pensar en su ayuda y apoyo que siempre están a mi alcance, puedo mejorar mucho mi vida, corrigiendo mis propios errores y viviendo un día a la vez. Pesare mis imperfecciones en una balanza fiel y restituir tan bien como pueda, pero que no se desnivele la balanza por el peso de lo que otros hayan hecho.
Alguna vez escuche «La adversidad del hombre es la oportunidad de Dios».
0 Sin Likes
Muchas gracias Dios te bendiga