No permitas que ni el orgullo intelectual, ni las ideas negativas, o las opiniones y prejuicios se interpongan y obstaculicen tu sendero de vida, ni te cierres a la verdad, porque esta no llegue a través de medios convencionales, recuerda que la vida es como una avenida muy grande, donde caminamos diferentes etapas, conoceremos personas que nos acompañaran en el trayecto, nuestra familia, vecinos, compañeros de escuela, parejas, amigos, hijos, compañeros de trabajo y todos compartiremos momentos de felicidad, tristeza, alegría, logros, gratitud, perdidas y duelos, un sin fin de sentimientos y situaciones nos acompañaran en el trayecto. También nos llegan situaciones inesperadas, que nos pueden llevar a la depresión o a la aceptación, solo de la mano de tu Poder Superior podrás salir adelante, en medio de la adversidad.

Hay que estar dispuestos incluso a cometer errores y aprender de ellos, para poder crecer en sabiduría, conocimiento y comprensión.

Shakespeare decía: «siempre me siento feliz ¿sabes porque? porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele, los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte, la vida es corta, por eso amala, se feliz y siempre sonríe».

Antes de hablar….Escucha. Antes de escribir….Piensa. Antes de criticar…Examínate. Antes de herir….Siente. Antes de orar….Perdona. Antes de odiar….Ama. Antes de gastar….Gana. antes de rendirte….Intenta. ANTES DE MORIR….VIVE.

Les comparto que cada día vivo intensamente, para poder tomar conciencia y hacer cambios en mi vida, busque ayuda y he sido muy obediente en el proceso, porque siempre fui ingobernable, terca, soberbia, al trabajar con mi carácter, me di cuenta que mi problema en la vida soy yo, no los demás, al concentrarme en mí, empezó el milagro.

Hoy pienso antes de hablar, respiro muy profundo para serenarme y de mi boca salen palabras de vida, ya no critico a nadie, aprendí que la gente criticona nunca es feliz, necesita examinarse a si misma, hice procesos de perdón, con las personas que lastíme, con mi chismorreo. Todos los cambios que he hecho han sido gracias a que acepte que necesitaba ayuda.

Antes vivía concentrándome en otras personas, sabia como cada uno debía comportarse en cada situación, fue muy desgastante estar pensando en «el debería» o «ella debería» es meterte en problemas, hoy solo presto atención a mi persona, cuando señalo con un dedo a otra persona, cuatro me señalan a mí. Hoy daré apoyo a los que amo, sin resolverles la vida y a la vez me cuidare a mí misma.

Recordare que conocer mis limites no significa obligar a otros a cambiar, quiere decir que yo conozco mis propias limitaciones y me encargo de cuidarme a mi mismo respetándolas.

«El que se respeta a si mismo se encuentra a salvo de otros, lleva una armadura que nadie puede penetrar».