El duelo y la pérdida es el proceso natural que se da, después de una perdida significativa, bien sea una persona, una relación, un objeto, una situación, la muerte, es una de las formas más conocida de perdida, mas sin embargo otra perdida es el divorcio, la perdida de tus sueños, del trabajo, de tu mascota,  tu jubilación, una enfermedad, cambio de ciudad, toda perdida requiere de un proceso de duelo.

Elisabeth Kubler Ross, psiquiatra y escritora suizo-estadounidense, una de las mayores expertas mundiales en la muerte, en personas moribundas y los cuidados paliativos, identifico las 5 etapas del duelo.

*Negación» en esta etapa el alma grita mil veces «no puede ser» «no es posible», es un dolor indescriptible, es un mecanismo de defensa, donde experimentas dolor, angustia, desesperación, te permite demostrar emociones, mediante el llanto desgarrador, no reprimas tus emociones, llora todo lo que tengas que llorar.

*Ira, en esta etapa ya no solo el enojo y el dolor se encuentran presentes, sino además el miedo y la culpa, por lo que hiciste, por lo que te falto hacer, por lo que callaste, porque no le dijiste te amo, perdóname.

*Negociación » cuando a mi mente vienen recuerdos tristes o dolorosos generados por los errores o actitudes negativas de ese ser amado que ya no está, no te mantengas atado a un ayer que ya no te pertenece, cierra tus ojos y perdona lo que haya pasado.

*Depresión «ya no me importa nada» la tristeza acompaña esta etapa, una sensación de pesadumbre, melancolía, intenso dolor anímico, hay que aceptar estos sentimientos, para que puedan fluir libremente, llora, grita, si el grito sale del alma ¡acepta la tristeza!

*Aceptación «estoy en paz con lo que está sucediendo, aceptar la pérdida de un ser querido te brinda la oportunidad de aceptarle a él, a ella, tal como es, de perdonar las pequeñas cosas que en la vida nos distanciaron. Búscale en las estrellas, en las cosas bellas, en tus mejores pensamientos, en las más hermosas oraciones.

Cuando comprendemos, que el duelo es un proceso de día a día, adquirimos los recursos internos para derribar, las barreras que nos separan de la tranquilidad y así llegar a tener una vida rica y plena, los pasos más pequeños, son los que nos dan mayor consuelo. He tenido muchas pérdidas en mi vida, cada una me ha llenado de esperanza y fortaleza, le doy las gracias a Dios por acompañarme en cada proceso, Él ha sido la lámpara que ilumina mi camino y el bálsamo que sana mi corazón, a mi papa, le percibo en el brillo de las estrellas, en la luz y el calor del sol, lo siento cerca de mí, porque está en mi corazón.

«Cuando hemos realizado la tarea que hemos venido a hacer en la tierra, se nos permite abandonar nuestro cuerpo, que aprisiona nuestra alma, al igual que el capullo de seda encierra la futura mariposa, llegado el momento, podemos marcharnos y vernos libres del dolor, de los temores y preocupaciones, libres como una bellisima mariposa y regresamos a nuestro hogar, a Dios»

Elisabeth Kubler