Empezar por convertirme en lo que quiero recibir.

Pase mucho tiempo anhelando todo lo que no me dieron en el pasado, escribí una lista de esas necesidades, cuando entre a terapia, cortesía, respeto, atención, afecto, comunicación, mi lista era larga, todo el tiempo me quejaba y reclamaba lo que no me dieron, no veía todas las cosas buenas que  tenía, siempre concentrándome en la tragedia, haciendo drama por todo, la terapia y mi grupo de auto-ayuda, me enseñaron que podía tener todas esas cosas en mi vida, convirtiéndome en lo que quería atraer, ¿era yo un ejemplo de cortesía y todo lo demás? si no lo era ya tenia una lista escrita de objetivos.

Me ha costado mucho trabajo cambiar, es un proceso de día con día, mi carácter tan difícil y sobre todo viviendo en la negación, (todo muy bien, soy muy feliz) no necesito ayuda, mi vida era un caos, más sin embargo me ponía la máscara de la felicidad, aquí no pasa nada y pasaba de todo, el temor al qué dirán, me paralizaba, hay que enfrentarlo y vencerlo, tomar decisiones asertivas, poner límites con amor, desprenderte emocionalmente, cerrar círculos.

Hoy me siento satisfecha con mis logros, me los aplaudo, escogí convertirme en alguien a quien me gustaría tener en mi vida, al respetar a los demás me siento con mucha libertad, más relajada, ya no cargo a nadie, vivo solo por hoy, ya no me angustio por el futuro, pues es muy desgastante, solo tenemos este instante, disfrútalo.

«Decido elevarme sobre mis problemas de personalidad, para reconocer la magnificencia de mi ser. Estoy totalmente dispuesto a aprender a amarme a mi mismo».

                                                                                                                                            Louise Hay

Empezar por uno mismo, hacer cambios en tu vida, en lo emocional, buscar terapia, un grupo de auto-ayuda, en lo físico, (dormir temprano, hacer ejercicio, comer saludable, hacer un chequeo médico) en lo espiritual, admirar la naturaleza, oración, meditación, platicar con tu poder superior y pedirle sabiduría para reconocer la diferencia entre lo que puedo cambiar y lo que no puedo cambiar, la alegría y la paz de espíritu, son algunas de las recompensas que buscamos cuando decidimos, empezar por uno mismo.

Qué esperas para mejorar tu actitud, para sanar ese duelo que quedo inconcluso en tu corazón, que esperas para decir te amo, perdóname, gracias, para acercarte a Dios y entregarle tu vida y tu voluntad, que esperas para disfrutar la belleza que te rodea. Te invito a que hoy, disfrutes y bendigas a todos los seres humanos que te rodean y no te olvides que un corazón agradecido es lo que más le agrada a Dios. Empieza por ti, a ser FELIZ, ALEGRE Y LIBRE, por añadidura tu entorno también lo sera, porque lo aprenderá de ti.

«Ruego que mi alma pierda su desasosiego, encontrando el reposo en Dios, pido que encuentre la paz en el pensamiento de Dios y su propósito para mí».

Y tú. ¿Estás dispuesto a empezar por ti?