En un estado de paz y de quietud, tendrás pleno dominio de cada situación y sabrás con exactitud lo que hay que hacer y cómo hacerlo, pues al estar tranquilo y sereno, llega claridad a tus pensamientos y es ahí donde tomas decisiones asertivas, tratas a los demás con comprensión y respeto.

Cuando me quedo en silencio, respirando profundamente, sosegando y acallando mi dialogo interno, tranquila, relajada y en paz, siento dentro de mí una serenidad absoluta, descansa mi cuerpo, mi alma, mi espíritu, a veces pongo una suave música para meditar y estar en contacto conmigo misma. Mi mente necesita descansar de tanto ruido, tantos pensamientos, suposiciones, problemas, rutina, necesito serenar mi mente, mi cuerpo y mi espíritu.

Antes de buscar ayuda, estaba confundida, sabia como vivir en estado de crisis, preocupada, concentrándome en todas las personas, menos en mí, solucionando la vida de los demás y no podía con la mía. El precio de la serenidad era acallar el dialogo interno que me ocupaba tanto tiempo, me aferraba a viejos temores, resentimientos y dudas.

Hoy sé que la cordura y la serenidad son regalos que he recibido a cambio de mis esfuerzos y mi fe, con la practica estoy aprendiendo a poner mi vida y mi voluntad, al cuidado de mi poder superior, pues esa amorosa relación, es la fuente de la serenidad y el amor incondicional.

Nada puede comprar la paz y la serenidad, busca dentro de ti, las cosas que te dan tranquilidad, que te llenan de esperanza y fortaleza, anótalas en un papel ¿porque dejaste de hacerlas? les compartiré parte de mi lista, levantarme a correr de madrugada, es mi hora mágica, ir a la playa a contemplar el mar y respirar tan profundo, me llena de energía y alegría de vivir, música relajante para meditar, convivir con mi familia, platica de café con las amigas, mirar un atardecer, sentir el viento que acaricia mi piel y me hace sentir viva, admirar la lluvia y dar gracias por ella, pues es vida a la tierra, ir al cine, viajar, admirar la luna y las estrellas, ir a mi grupo de auto ayuda, escuchar a la gente y poderle dar una palabra de aliento, platicar con mi poder superior, darle gracias por todas las bendiciones, leer un buen libro, siempre lo hago y aprendo cada día más, nunca dejaremos de aprender. Hasta aquí dejo mi lista, es mucho más larga, solo les estoy dando ejemplo, para que realicen la suya.

Cuando de repente se mueven mis emociones y me siento preocupada o angustiada, reviso mi lista y me pregunto ¿que he dejado de hacer de lo que me hace sentir bien? y luego sale, inmediatamente me aplico, yo soy responsable de mi vida, de mis emociones, de mi estado de ánimo.

Mira siempre la cara luminosa de la vida, porque cuanta más dicha y amor irradies, más dicha y amor atraerás hacia ti, el amor es la clave de la vida, tú lo posees en tu interior, transmítelo, el mundo esta tan necesitado de afecto, amor, de una sonrisa, de un saludo amable, de un te amo, tus ojos se abrirán a toda la belleza y armonía que te rodean, a las maravillas de la naturaleza.

Tengo un corazón agradecido, doy gracias por todo, al hacerlo siento que me invade una sensación de amor, paz y serenidad.

Se siempre un faro de luz para los que te rodean, ten siempre las palabras adecuadas en tus labios, para quien las necesite, que todas tus experiencias sirvan a otros como guía en el maravilloso camino de la vida, que tu sonrisa y amor, iluminen un alma abandonada, no olvides que venimos a esta vida a ser felices, disfrutar del maravilloso paisaje que Dios nos regala y agradecer cada minuto el poder respirar y mirar su grandeza.

¿Y tú, que si estás haciendo para sentir amor, paz y serenidad en tu corazón?