Te invito a que te rodees de personas positivas, que amen la vida y que te transmitan experiencia, fortaleza y esperanza. Tenemos muchas razones para vivir, mi corazón late, mis pulmones funcionan para respirar, mis ojos miran la grandeza de la naturaleza, mi nariz respira el aroma de la vida.

No dejes ir oportunidades, ten siempre una razón para vivir, nunca dejes de pedir ayuda cuando la necesites, nunca dejes de sonreír, de decir te amo, gracias, ten fe, ten esperanza, que de tu boca salgan solo palabras de vida y recuerda que cada persona con la que tropiezas a diario, está librando sus propias batallas.

Busca tu felicidad, has el bien siempre, persigue tus sueños, lucha contra la adversidad, ten siempre un corazón agradecido y dispuesto, vence tus miedos y si te caes, levántate con la fuerza que te brinda tu poder superior, empieza a comprender con la conciencia superior y con el corazón, tu vida se convierte en una entrega amorosa y servicial a tus semejantes. «El que no vive para servir, no sirve para vivir», únicamente cuando das, puedes encontrar esa maravillosa dicha y serenidad, el júbilo acompaña al servicio y el servicio a la dedicación.

Alguien me comento un día, Margarita deja de ser atraída hacia el torbellino del caos y la confusión, destrucción y devastación y comienza a concentrarte en la maravilla y belleza que te rodean, empecé hacerlo, un día a la vez, empecé a dar gracias, empecé a concentrarme en lo bueno que tienen los seres humanos.

Hoy tengo una y mil razones para vivir, tranquila, agradecida, motivada, hay paz, armonía, amor y comprensión, se lo transmito a las personas y créanme, que funciona, ya no ando con el ceño fruncido, poniéndole tacha a las personas que me rodean, ni renegando por las situaciones que están fuera de mi control.

Cada persona que conoces en el trayecto de tu vida, es como una hoja que enriquece tu árbol, disfruta, ríe, salta, agradece, canta, baila, medita, reflexiona, VIVE.

«Señor, ayúdame a encontrar esos momentos de silencio, de oración, de reflexión, para platicar contigo, para sosegar el alma».