Un sentimiento, es un estado del ánimo que se produce por causas que lo impresionan y estas pueden ser alegres y felices o dolorosas y tristes. El sentimiento surge como resultado de una emoción, que permite que la persona sea consciente de su estado de ánimo. Cuando estos son sanos, es posible alcanzar la felicidad y conseguir que la dinámica cerebral fluya con normalidad, en el caso contrario, se experimenta un desequilibrio emocional que puede derivar en el surgimiento de trastornos tales como la depresión.
Dicen que el dolor es inevitable y el sufrimiento es optativo, si aprendo a aceptar que el dolor es parte de la vida, estaré mejor preparado para soportar los momentos difíciles y luego avanzar, olvidándome del dolor. Hay situaciones en la vida que me van a doler, mas sin embargo yo decido hasta cuando sufrir, hay personas que mueren y nunca buscaron ayuda, para procesar sus duelos y perdidas, se anclaron en el sufrimiento.
Por ejemplo, el alcoholismo es un factor de muchas esperanzas frustradas, sueños quebrantados y dolor considerable, no hay que aferrarnos a esos sentimientos, pero tampoco darles la espalda. Estos sentimientos los llevo en lo más profundo de mí ser, cuando golpean a la puerta de la conciencia, deseo abrirles y dejarlos entrar, necesito tratarme a mi misma con dignidad y respeto, con que trataría a una compañera de mi grupo, que comparte su dolor, su confusión y su tormento en una reunión. Solamente de esa manera poder vivir una vida plena y en paz.
Hoy haré una pausa en mi día, para ver cómo me siento. Tal vez el día traiga alegrías o tristezas, cualquiera de las cuales me recordara que estoy vivo. Soy una persona con un abanico de emociones, desde el amor, la alegría y el asombro, estoy agradecida por la risa, la animación, y también por la ira y el miedo, porque todos estos sentimientos son parte de lo que me hace un ser completo, Dios quiere que viva una vida plena y que éste consciente de todos mis sentimientos, el estallido de la ira, el suave canto de la serenidad, las cumbres del asombro y las percepciones nuevas que ensanchan mi corazón y mi mente.
Hoy aprecie todo el repertorio de sentimientos a mi alcance y dejare que fluyan, ellos hacen posible que mi experiencia de la vida sea más plena.
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Sin los sentimientos no existe el alma. Entonces debemos de darnos el derecho de sentir y vivir cada uno de ellos sean buenos, tristes o malos. Y tener la fiel convicción que los vivo y prosigo con mi vida, aprendiendo que sea bueno o malo siempre habrá una experiencia y aprendizaje positivo.