«Vive y deja vivir» nos libra de la inclinación a criticar, juzgar, censurar y desquitarnos, nos perjudica más a nosotros, que aquellos contra quienes utilizamos dichas armas, vive y deja vivir me enseña que viva mi vida conscientemente en cada área de ella, físico, mental, espiritual, social y emocional, que suelte a las personas y les permita vivir su vida, cometer errores, afrontar las consecuencias, ya no controles la vida de nadie, más que la tuya.

Aprendí a dejar vivir al practicar acerca del desprendimiento y al ayudarme a ver que muchos de mis problemas se originaban en mi afán de entrometerme en los asuntos de los demás ¿pero como se concentra uno en si mismo y vive realmente por primera vez en su vida? a veces no recordaba ni lo que había hecho en un día, tuve que aprender a vivir con más consciencia de mis acciones, decisiones y palabras.

Los logros que he tenido en mi proceso de recuperación han sido descubrir mi verdadero yo, vivir de acuerdo a mis necesidades y amarme como a una nueva amiga. Hoy puedo escoger el responsabilizarme por mi propia vida, trabajar con mis defectos de carácter y hacer mi lista de cualidades y ponerlas en práctica. Si dejo de entrometerme en los asuntos de los demás y me ocupo de los míos, llegare a lograr la paz y serenidad que tanto ansía mi corazón.

La vida de cada ser humano, representa un camino que conduce hacia sí mismo, ¿cuantas veces he justificado, mi falta de amabilidad, o el meterme en una discusión que no me incumbe? muchas veces, después me arrepentía por haberme metido en problemas a causa de no dejar vivir.

Estoy aprendiendo a liberarme de la idea de que se lo que otras personas deben hacer, puedo tener razón o puedo ser feliz, hoy me quedo con la felicidad y le doy la razón a quien sea, ya no alego horas por querer tenerla. No necesito crear a nadie a mi imagen y semejanza, hoy puedo vivir y dejar vivir, no soy una persona insensible, pero a veces he justificado un comportamiento insensible pretendiendo que era correcto.

Puedo respetar el derecho de otros a tomar sus propias decisiones, aun cuando este en desacuerdo total, mis relaciones mejoraran si puedo amarme a mí misma lo suficiente como para dejar que otras personas sean ellas mismas. Quiero lo mejor para aquellos a quienes amo, valoro cada vez más la alegría de participar plenamente en la vida y dejo a otros gozar de esta a veces difícil pero provechosa bendición, de aprender a través de sus experiencias, hoy aplicare cada día el «vive y deja vivir».

«Señor, solo por hoy dame tu fuerza para hacer las tareas que a mi camino vengan, tener el pensamiento y decir la palabra que fuerza real para mi alma sean».