La sabiduría significa saber cuándo detenerme y escucharme a mi misma y a mi Poder Superior, en lugar de apresurarme a tomar una decisión o pasar al acto, ahora se que Dios me habla mientras espero, le pido sabiduría para mi diario vivir, para tomar decisiones, para no lastimar a nadie con una palabra.

La sabiduría que me ofrece mi grupo de recuperación, no significa escapar de la vida, sino poder encontrar paz en mi vida, no me promete liberarme del dolor, los pesares y las situaciones difíciles, no obstante, me da la oportunidad de aprender a desarrollar las capacidades necesarias para mantener la paz de espíritu, aun cuando la vida parezca insoportable. Recuerda que la vida es como una avenida muy larga, en ella tendremos momentos de alegría, sorpresas, oportunidades, proyectos, triunfos, conoceremos personas que nos acompañaran en el trayecto, más sin embargo también tendremos, tristeza, angustia, perdidas, duelos, hay que vivir intensamente cada momento, con sabiduría, aceptación, serenidad, busca a tus seres amados, llámalos, abrázalos, diles que los amas, perdona, porque la vida se apaga como una velita, el tiempo es hoy, «en vida hermano en vida».

Mi madre me decía en la mañana, que la sabiduría te la dan las pruebas de la vida, el sufrimiento de la vida, el paso de los años y sobre todo la humildad. La sabiduría significa saber que no puedo vivir de forma aislada, necesito al prójimo, necesito el amor de otros seres humanos, que cometen errores, que comprenden mi humanidad y aun me aman. También necesito el amor y la guía de Dios que me creo, que siempre está a mi lado y que me responde cuando lo llamo.

La sabiduría significa aprender a desenterrar los diamantes que se ocultan en mis problemas, antes derrochaba un tiempo valioso con mi enojo y mis depresiones, debido a que me encontraba triste y decepcionada, estaba ciega ante todo lo hermoso que me rodeaba y no agradecía las bendiciones que recibía. Ahora cuando la vida me trae piedras, utilizo las herramientas de amor, humildad, paciencia, congruencia, comprensión, perdón, gratitud, esperanza, fe, para convertir las piedras, en gemas preciosas.

¿Ya contaste tus bendiciones? Admiro la naturaleza, porque Dios me habla a través de ella, cuando miro el mar tan perfecto y majestuoso, pienso, si Dios creo semejante belleza, ¿podrá con mis problemas? le pido sabiduría para encontrar la solución, diario miro la luna y las estrellas, iluminan mi alma y llenan de gozo mi corazón, cada amanecer, cada atardecer, el viento que sopla, es una caricia de Dios que me envuelve, el canto de los pájaros, las flores que embellecen mi alma, cuanta belleza nos regalas Señor, gracias, por todo tu amor y tus bendiciones.

«No se necesita ser un genio para saber la diferencia, entre lo que me toca resolver a mí y lo que le toca resolver a Dios».