La humildad es la base y fundamento de todas las virtudes, hay una guía para cada uno de nosotros y al escuchar con humildad oiremos la palabra apropiada, ubícate en el centro de la corriente y del poder y la sabiduría que fluye hacia tu vida. Luego sin esfuerzo alguno, usted se verá empujado hacia la verdad y una satisfacción perfecta.

Para mí la humildad era un concepto difícil de entender, aprendí a anteponer los deseos y necesidades de los demás a los míos, comparaba humildad con el cuidado de otras personas, pasando por alto mis sentimientos y necesidades personales, de hecho, la humildad no se mide por lo mucho que haga por los demás, sino por mi buena voluntad para realizar la parte que me corresponde en mi relación con Dios.

Se ha dicho que la humildad es la perpetua tranquilidad del corazón, esto significa que yo cumplo mi parte y confió en que Dios se ocupe de los demás. Hoy cuando le pida a mi poder superior que elimine mis defectos de carácter, procurare hacerlo con una mente receptiva y un corazón dispuesto.

Antes pensaba que humildad era humillarme, aprendí que es la capacidad de ver mi verdadera relación con Dios y con los otros seres humanos, mi concepto sobre humillación también ha cambiado, solía pensar en defectos tales como crímenes, faltas, pecados o errores, ahora pienso que son obstáculos internos que me impiden desarrollar todo mi potencial y que me alejan de Dios.

Mi madre me enseño desde niña sobre la humildad, a ver a todas las personas por igual, escucharlos, darles amor, alimento, ropa, amar al prójimo es el éxito de toda mi familia, la maravillosa virtud que mi madre nos enseñó, la humildad, la grandeza de corazón

La humildad es la ausencia de soberbia, es una característica propia de las personas modestos, que no se sienten más que los demás, independientemente de cuán lejos hayan llegado, es ponerte en los zapatos de los demás.

Cuando alguien me platica que las cosas no están saliendo bien en su vida, le pregunto, sobre la humildad y la gratitud, hagan su lista de gratitud, yo estoy tan agradecida de estar viva, todas las noches salgo a admirar la luna y las estrellas y me quedo en silencio sintiendo el viento que sopla y acaricia mi rostro, créanme que se siente una paz y una serenidad tan profunda, que tu corazón se llena de gozo.

Ruego porque pueda pensar así y vivir para alimentar mi fe en Dios, pido que crezca mi fe, porque con fe, el poder de Dios llega a estar a mi alcance.